Por sus frutos los conocerás!


El día de hoy, se me antojó comerme una manzana durante el desayuno, pero para mi mala pata, estaba ya medio podrida, así que la tuve que botar por que aún el pedazo que se veía bueno, estaba incomible.

Cuando vemos una manzana, sabemos inmediatamente de que árbol se produjo. No todas las manzanas serán frescas y jugosas, pero les garantizo una cosa, ninguna nace podrida.

El otro día hablando con mi compadre, me decía… “No compadre… ese mi hijo anda otra vez metido en problemas… me salio mal el chamaco”. Yo me quedé pensando en su frase, ha! Como si los hijos fueran como los aguacates, me salio uno malo, y dos buenos…

Pues de eso vamos a hablar hoy…

Hay un refrán que dice, “No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Por sus frutos los conoceréis”

Si yo quiero que mis hijos se conviertan en buenos frutos, tengo primero que mirarme al espejo y ver si lo que yo estoy haciendo, va de acuerdo con lo que estoy diciendo. No puedo yo decirle a mi hija cuando contesta el teléfono “Dile que no estoy” y después decirle que no debe decir mentiras.

Nuestras acciones tienen que ir de acuerdo con nuestras palabras, ya que todo lo que hacemos habla por nosotros.

Aquí les dejo esta pulga en el oído. Hay una frase que dice: “Lo que tu haces, no me deja escuchar lo que tu dices…” Si usted quieres recoger buenos frutos de sus hijos, comience por examinar sus propias acciones y enséñeles con su propio ejemplo de vida. ¿No cree usted?

Comentarios

Entradas populares