Educando a nuestros hijos:

Hay una frase que dice: “Instruye al niño en su camino y cuando sea grande no se apartará de él”

Hace algún tiempo tuve una conversación con una de mis hijas adolescentes donde hablamos a fondo de las cosas que creíamos que estaban mal en nuestra relación de padre – hija y una de las cosas que pudo expresarme, es que ella pensaba que yo no veía nada bueno en ella, que siempre la criticaba, y que solo me fijaba en sus errores.

Esa conversación me hizo reflexionar acerca de la importancia que tiene el mostrar apreciación hacia nuestros seres queridos, y me puse a pensar ¿Qué era lo que la hacía tener esa percepción de mí?

Todos los seres humanos hacemos cosas bien, y hacemos cosas mal. Nadie es perfecto, sin embargo, estamos acostumbrados a fijarnos en lo que las demás personas hacen incorrectamente, y si tenemos la oportunidad de abrir la boca, pues es para señalar lo que a nuestro juicio está mal, pero la gran mayoría no tenemos el hábito de expresar algo muy importante que es, la apreciación.

La apreciación es el reconocer lo bueno en alguien más y lo bueno que hacen. Es importante el aprender el uso de la palabra gracias. Ya para finalizar la historia me tocó echarme un round largo con mi hija para, en primer lugar disculparme, (Por que hay que aprender a disculparse, pero ese es otro tema), y después me tocó hacer memoria de todas las cosas que apreciaba yo de ella como hija; sus cualidades, sus logros y lo que yo admiraba de ella. Esa conversación marcó una nueva etapa en nuestra relación padre – hija, y desde entonces soy cuidadoso cuando tengo que corregir… (A por que eso si, no dejé de hacer las correcciones cuando eran necesarias) y aprendí que debe haber siempre un balance de las cosas positivas.

Ahí le dejo esta pulga en el oído:

Así como es importante corregir en amor a nuestros hijos, es igualmente importante el mostrar nuestro aprecio y reconocimiento por las cosas positivas que ellos hacen.