Leía yo el otro día una frase que decía “No he contemplado paisaje más bello, que las nubes del cielo reflejadas sobre en tus ojos”… ay cañangas… ya me puse romántico y es que yo creo que lo más bello de la creación son las mujeres. Uno de los recuerdos más gratos que tengo de mi padre, era la manera en la que se dirigía siempre hacia las mujeres: Les trataba siempre con mucho respeto y cortesía. Recuerdo en particular a una vecina viejita a la que siempre le decía “Me da gusto verla vecinita, tan bella como siempre” y ella se sonreía… de hecho, yo creo que esperaba a que pasara mi papá para echarle su flor… La mercadotecnia y la publicidad nos han entregado un falso concepto de belleza femenina, con un prototipo de mujer inalcanzable; extremadamente delgadas, altas, peinados super elaborados, dientes perfectos, maquillaje de estrella de cine, ni una arruga y eso si… no sonríen ni aun que el mismo Fernando Arau les cuente su mejor chiste… entonces, nos llegamos a creer que esa es la verdadera belleza. Conozco muchas mujeres que se sienten feas, solo por que no son como las modelos de portada. Pero yo en verdad creo que todas las mujeres son bellas, solamente que a algunas, les hace falta creerlo. Tu no te puedes ver mejor de cómo tu te sientas y eso es primordial. No hay mayor inspiración poética sobre este planeta, que la belleza femenina.
Y ahí les dejo esta pulga en la oreja: Aceptarnos tal y como somos es el primer paso hacía la belleza integral. Como tú te veas a ti misma, es como los demás también te verán. Acepta el hecho irrevocable de que si eres mujer, eres bella.
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