Mi comadre Chonchis me llamó para contarme que su hija de 12 años tenía ya su primer novio. Me contó que su hija quería ir al cine con él y que si los podía llevar. Mi comadre le dijo que iba a comprar boletos para los tres y su hija le replicó “¿Cómo crees mamá? Me compras dos boletos, nos llevas al cine y yo te llamo cuando terminemos ¿Sale?”. Mi comadre me dijo que se quedó muda y que solo le dijo si mijita… pero que ahora no sabía que hacer. El noviazgo es una etapa muy hermosa del camino al matrimonio, sin embargo, muchos hoy en día lo toman a la ligera. Le expliqué a Conchis con un ejemplo. Imagínese que un buen día usted decide que quiere ser Arquitecto, entonces va a la Universidad, llena un formulario, paga los derechos y sale el Rector, firma un papel y le dice “Listo”, ya es usted Arquitecto. Suerte en su nueva carrera. ¿Usted cree que sería un buen arquitecto? Claro que no… hay que estudiar, prepararse y después practicar para poder ser un buen arquitecto, así pues, el noviazgo es parte del proceso de preparación para el matrimonio, y los jóvenes debieran de estudiar acerca de la vida de pareja, antes de comenzar el noviazgo.
Y ahí les dejo esta pulga en la oreja. El noviazgo debiera ser parte de la preparación para el matrimonio, por lo tanto no hay que tomarlo a la ligera. Debemos tener canales de comunicación abiertos con nuestros hijos para que puedan aprender a ser arquitectos exitosos de su propio destino.
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