¿Es la televisión una buena niñera?
Recuerdo que cuando yo era niño, mis caricaturas favoritas eran Los Picapiedra, Fantasías animadas, Speedy Gonzalez… ándale, ándale, ándale, arriba, arriba!...
Por supuesto, Don Gato y su pandilla, Piolín, Silvestre, Bugs Bunny y el pato Lucas… sin embargo, solamente podía ver un máximo de 3 programas diarios… así que llegaba de la escuela, hacía taréa, comíamos, un poco de tele y después, a leer, andar en Bicicleta, al parque o a hacer cualquier otra cosa. La Tele, además de que era un lujo, nos la limitaban quesque pa’ que no nos fuéramos a quedar tontitos… Mi abuelita Martita siempre nos decía que no viéramos tanta tele. Cuando yo la visitaba, me dejaba ver solo un programa, el que yo escogiera, y después se ponía a leer conmigo, me contaba alguna historia, me llevaba al parque, a la Iglesia o simplemente a caminar mientras me platicaba de lo importante de las buenas costumbres y el respeto a los mayores. Hoy en día, hago lo mismo con mis hijas. Un poco de tele, un poco de lectura, un poco de juego, un poco de computadora, trato de dedicarles además un tiempo de calidad, platicando con ellas y escuchándoles y sobre todo, cuidando las personas con las que ellas se relacionan. Mi deseo es que aprendan a llevar una vida balanceada.
Y ahí les dejo esta pulga en la oreja. Si no quieres preguntarte el día de mañana ¿Por qué tus hijos no te entienden? Entonces no le dejes la responsabilidad de educarlos a la escuela, a los amigos y a la televisión. Nadie mejor que un padre o una madre puede guiar a sus hijos por el camino del bien.
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